
Como pareja, no dan importancia a su forma de ser antes de conocerse. Realmente tuvieron dos adolescencias que fueron difíciles, al crecer en el estrato social más desprotegido. Fue un tiempo necesario para obtener unas fuertes personalidades, permanentes. Y lo importante para ellos dos, no es otra cosa que el desarrollo juntos.
Viky, «abandonó» una deslumbrante carrera deportiva. Uxío, por su parte, salía de paseo por las zonas más marginales. Y se piensa que, en pareja, realimentan lo peor del otro. En verdad, custodian su intimidad, no la comparten con el exterior. Y juegan al despiste.
Disfrutan de costumbres originales, de su invención, con la que estabilizan su mentalidad de pareja, su duoconciencia, y construyen sus vidas como el equipo particular que son.
La suya no es una independencia insana bajo el yugo del otro. A fin de cuentas, la independencia es relativa, y más en lo referente a los familiares. «Quien más, o quien menos, depende del Canal de Isabel II», suelen comentar de ejemplo a sus amigos.
Como ciudadanos, como agentes activos en el ámbito poblacional, son irreverentes. Nunca se inclinan. Pero no por esto, pierden el respeto que es debido…, a ellos mismos. Y luego, ofrecen sus respetos a los demás, en el caso de que sea merecido.
El activismo que profesan es de carácter personal. No obstante, conservan un sentimiento de justicia social. Participan en manifestaciones, pocas, contadas, aunque lo hacen. Y en ellas quiebran sus voces, y no los escaparates.
Además, quiebran algún que otro cuello a collejas, en aquellos instantes en que son víctimas de roces. Cuando esta clase de contratiempos acontece, cuando el abuso ocurre a nivel físico, o amenaza con serlo, entonces, Viky deja de contener su habilidad para las artes marciales, y Uxío, una actitud jaranera.
Y aquí lo dejo para evitar hacer spoilers. Saludos, gente.
Unari E.S.
Imagen by Rolandmey.
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